El objetivo de lograr un sistema eléctrico donde las energías renovables se encarguen del 100% de nuestras necesidades, son muchas las preguntas que aparecen respecto a la regulación de su intermitencia. Algo que llevará a una maximización del sistema eléctrico que tendrá un elevado coste económico, o al uso de sistemas de almacenamiento en su mayor parte con un coste muy elevado. Pero en el mercado hay soluciones ya funcionales que pueden ayudar a facilitar esta transformación del sector como son las baterías de flujo que no paran de evolucionar.
Son un tipo de baterías que a diferencia de las de litio, utilizan un sistema de depósitos líquidos donde se almacena el electrolito positivo y en el otro el negativo. Se trata de una reacción reversible que genera electricidad cuando ocurre y que puede volver a su origen aportando la misma.
Ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Graz, en Austria, han encontrado la forma de reemplazar los electrolitos líquidos de las baterías de flujo por vainillina. Un compuesto orgánico que reduce el impacto ambiental de su producción o reciclaje, cuyos grupos funcionales incluyen el aldehído, el éter y el fenol, pero también es de los pocos productos químicos finos que se obtienen a partir de la lignina, el polímero orgánico más abundante en el mundo vegetal y que además es potencialmente adecuado como material de partida para la producción de electrolitos.
Según Stefan Spirk, del Instituto de Bioproductos y Tecnología del Papel de la Universidad de Tecnología de Graz, "refinamos la lignina en vainilla en un material activo redox usando química ecológica sin el uso de catalizadores metálicos tóxicos y costosos, de modo que pueda usarse en baterías de flujo"
El proceso funciona a temperatura ambiente y se puede implementar con productos químicos domésticos comunes. La vainillina también está presente en grandes cantidades. "Por un lado, podemos comprarlo de forma bastante convencional, si quieres puedes comprarlo incluso en el supermercado, pero por otro lado también podemos utilizar una simple reacción para separarlo de la lignina",
Un sistema que ya ha pasado el proceso de validación y patente, que ahora busca comercializarse de forma masiva. Una alternativa que permite desarrollar parques de baterías que pueden ser escalados según las necesidades del cliente, y que nos demuestra que atenuar las intermitencias de una red eléctrica basada en energías renovables es técnicamente posible, aunque supondrá realizar importantes inversiones tanto en maximizar la red, como en dibujar un sistema capilar con almacenamiento a gran y pequeña escala con estas económicas baterías que ya ha visto como en algunos mercados se ponían en marcha instalaciones de 800 MWh.
Fuente | Tugraz
COMMENTS