Para ello han utilizado una batería Tesla. Un sistema formado por dos Powerpack, que permiten ofrecer una potencia de salida de 105 kW y un almacenamiento de 420kWh, y que permitirá a los clientes almacenar el exceso de energía que generan durante el día mediante sus sistemas fotovoltaicos, y luego usarla durante las tardes o por las noches.
Los usuarios que han formado parte de este experimento tendrán que abonar un coste de uso de 1 dólar australiano por día, y sobre el papel cada uno tendrá a su disposición una capacidad diaria virtual de 8kWh. Cifra que según los responsables del proyecto, es suficiente para alimentar un hogar suburbano medio durante más de una hora durante las horas pico. Una energía que además estará disponible a cualquier hora después de las 3 de la tarde de cada día.
Los hogares que participen en el programa durante su fase de pruebas recibirán los informes de la cantidad de energía y dinero que estarán ahorrando cada mes.
La iniciativa es obra de la empresa energética Synergy, parcialmente pública, y la eléctrica Western Power, que han aportado para el mismo 200.000 dólares australianos, y es la primera de su clase en la que se integra una batería para uso comunitario.
Para los responsables de la iniciativa: "Invertir en el almacenamiento de baterías a través de la red es la forma más rentable de administrar el crecimiento de la energía solar residencial en lugar de los gastos tradicionales de infraestructura, como las actualizaciones de la subestación o el transformador. Además en la actualidad es una solución comunitaria mucho más barata y mucho mejor que el despliegue de cientos o miles de baterías domésticas de forma individual".
Una región, Australia Occidental, que tiene la tercera cifra más alta de penetración de instalaciones fotovoltaicas residenciales de Australia, con un 26,7% de los hogares con paneles solares instalados. Una ecuación en la que sólo falta la variable de la batería para completar el círculo.
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