El pasado año conocíamos una interesante iniciativa japonesa destinada a la reducción del consumo y emisiones del sector del transporte marítimo. Un sistema de velas rígidas solares para grandes buques que este año comenzará con las primeras pruebas y estudios.
La solución sería revolucionaria, no olvidemos que son los grandes buques precisamente los medios de transporte más contaminantes del mundo. Usan diésel con poco nivel de refinado y emiten unas emisiones a la atmósfera de CO2, NOx y partículas, equivalente a una inmensa cantidad de vehículos térmicos de miles de unidades. Existen alternativas que utilizan Gas Licuado o Gas Natural, pero el consumo de combustible de tipo fósil sigue siendo estratosférico.
Durante este 2018, Eco Marine Power llevará a cabo un estudio de viabilidad que involucra varios grandes buques. El estudio estimará la cantidad de energía de propulsión que las matrices de EnergySail podrían proporcionar en varias rutas, y la cantidad total de paneles solares que podrían instalarse en cada barco. Después de completar el estudio, se seleccionará un barco para la instalación de un sistema EnergySail completo. Ese barco probará el sistema durante pruebas en el mar de 12 a 18 meses.
Como recordamos, la patente de Aquarius MRE consiste en un avanzado sistema integrado de velas rígidas, paneles solares de tipo marino, módulos de almacenamiento de energía y computadoras, que permitirán a los buques aprovechar la energía renovable aprovechando la potencia proporcionada por el viento y el sol. El uso de estas fuentes alternativas de potencia y propulsión a modo hibridación, reducirá el consumo de combustible, la contaminación del aire y las emisiones de CO2 a unos niveles muy interesantes.
Las velas rígidas (Energy Sail), están fabricadas en acero de alta resistencia o fibra de carbono y van montadas sobre un poste giratorio en la cubierta del barco. Los paneles solares van integrados en la vela, junto con los paneles montados en la cubierta, utilizándose para aumentar la potencia normalmente proporcionada por los generadores auxiliares. En condiciones de gran oleaje, las velas pueden bajarse y protegerse así de las tempestades.
Cuando el barco está en el puerto, también se puede utilizar para almacenar energía en baterías y se utilizará para el funcionamiento sin emisiones de sus sistemas eléctricos. Incluso existe la idea futura de una versión de las velas capaz de alimentarse de energía solar incluso cuando se bajan.
Por el momento han comenzado a preparar los ensayos en el mar, que tendrían comienzo durante el año 2018 y durarían de 12 a 18 meses. Demostrando así la viabilidad y potencial de ésta nueva tecnología renovable a bordo de no solo buques granero, sino incluso cruceros y otro tipo de embarcaciones.
Vía | Cleantechnica
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