Concretamente, según los datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), España instaló 135 megavatios de nueva potencia fotovoltaica en el año 2017. Una cifra muy discreta pero que supone un incremento del 145% respecto al años anterior.
Entre la nueva potencia hay instalaciones de todo tipo, tanto de autoconsumo como de instalaciones para venta a red. Además también se contabilizan las instalaciones aisladas, siendo las protagonistas de esta categoría las instalaciones para uso agrícola como puede ser el bombeo solar.
Según la UNEF, este crecimiento se debe principalmente a la gran competitividad conseguida por la energía fotovoltaica, que ha visto como su precio se ha reducido en un 73% entre 2010 y 2017.
Aunque 2017 haya mejorado, sigue siendo un año pobre para un país como España que cuenta con una gran radiación solar. Sin embargo, hasta 2019 la energía solar fotovoltaica volverá a tener protagonismo gracias a los 3,9 gigavatios adjudicados en la subasta renovable del pasado año.
Países de nuestro alrededor como Alemania y Holanda han instalado 1,75 gigavatios y 853 megavatios respectivamente en 2017.
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