El exitoso lanzamiento ha tenido como escenario el mítico Cabo Cañaveral, Florida. Desde allí partió el enorme cohete impulsado por 27 motores Merlin desde la misma plataforma de lanzamiento de la NASA que sirvió como base para las misiones estadounidenses a la Luna hace cuatro décadas.
Como recordamos, el Falcon Heavy cuenta con 70 metros de alto por 12 de ancho; además, su diseño le permite poner hasta casi 64 toneladas en la órbita terrestre, y todo con un contenido coste de 90 millones de dólares por lanzamiento. Cuando llevaba dos minutos de vuelo, los dos cohetes propulsores se separaron y regresaron hacia la Tierra, aterrizando perfectamente en vertical, uno junto al otro, según mostró SpaceX en una transmisión en vivo.
El tercer propulsor no logró el ambicioso objetivo de posarse sobre una balsa en el Atlántico, estrellándose contra el más a más de 400 km/h. Pero esto no ha sido del todo una mala noticia ya que en un primer momento no estaba prevista su recuperación, por lo que su pérdida entraría dentro de lo esperado, aunque ha ofrecido datos interesantes para futuras misiones.
Aquí tenéis la secuencia de salida del cohete, que empieza 30 segundos antes del arranque. Si queréis ver todo el proceso con comentarios de los ingenieros de SpaceX, lo tenéis en el mismo vídeo.
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