Los coches eléctricos empiezan a vivir un momento dulce, la oferta se ha multiplicado en poco tiempo y llegan nuevos anuncios de futuros modelos de producción. Según distintos análisis, el 2022 será el año en el que los precios de los coches eléctricos sean similares a los de combustión.
Este será el punto de partida para que, en 2035, aproximadamente la mitad de los vehículos vendidos a nivel mundial sean eléctricos. Viviremos un crecimiento exponencial en la producción/comercialización de vehículos ‘limpios’ y en paralelo mayor penetración de energías renovables.
Pero, ¿será suficiente para frenar el calentamiento global? Según Ditlev Engel, Director Ejecutivo de la consultora energética DNV GL, estos esfuerzos no serán suficientes para cumplir con el objetivo del acuerdo de París sobre emisiones contaminantes.
Según las proyecciones del equipo de Engel, no lograremos el ansiado objetivo de mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de 2ºC hasta 2050, tal y como reza el Acuerdo de París de 2015. Poco esperanzadora la afirmación de este experto en asuntos climáticos. Ditlev Engel agrega:
“Las tendencias son muy claras de que el mundo se está electrificando, las energías renovables están ocupando más espacio, nos estamos metiendo en un mundo de vehículos eléctricos, pero tenemos que recordar que es una carrera contrarreloj. Esto no es suficiente […] Cualquier cosa que puedas sustituir hoy, tienes que acelerarlo. La velocidad de implementación debe ser aún más rápida y esto sólo puede ocurrir si los sectores público y privado se coordinan”
DNV GL espera que la demanda de energía llegue a su máximo alrededor de 2030 debido a un uso más eficiente, un crecimiento más lento de la población y de la productividad, dijo en su primer informe evaluando el impacto de la transición hacia una mayor electrificación.
Pero un elemento determinante serán las fuentes de producción de esta energía, solo las fuentes renovables permitirán acercarse al objetivo. Y en lo que respecta al automóvil, las limitaciones que impondrán las ciudades a los vehículos de combustión contribuirán de manera importante.
El crecimiento de la producción de electricidad será el principal motor de un uso más eficiente de la energía a medida que nos alejamos de los combustibles fósiles. Se espera un aumento de la producción de energía en 140% a mediados del siglo, momento en el que las renovables representarán el 85% de la producción mundial de electricidad.
A pesar del aumento en las energías renovables según estas previsiones de DNV GL, el gas será el que supere al petróleo como mayor fuente de energía 2034, según la consultora, una tendencia que se refleja en las inversiones de las principales compañías petroleras, por citar un ejemplo del año pasado, Royal Dutch Shell adquirió por 54.000 millones de dólares a BG Group.
En resumen, debemos ganar tiempo al reloj y hacer el cambio hacia un modelo más eficiente. Gran parte está en manos de las administraciones, que deben consolidar las ayudas para adquisición de coches eléctricos, ampliar los puntos de recarga, favorecer a las renovables como fuentes de producción y su aplicación en el ámbito particular.
Fuente | FCE
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