Una instalación piloto construida en California ha demostrado que los invernaderos capaces de ser "selectivos con la longitud de onda" pueden diseñarse incorporando paneles solares que permitan dejar pasar suficiente luz solar a los cultivos con y al mismo tiempo generar electricidad para alimentar a la instalación.
Como principales conclusiones del estudio se demuestra que el 20% de los cultivos crecieron mejor y necesitaron un 5% menos de agua. Unos resultados realmente prometedores.
La investigación ha sido realizada por la Universidad de California en Santa Cruz. El desafío principal era determinar cómo se comportarían las plantas bajo diferentes condiciones de iluminación, una vez que ciertas longitudes de onda ya han sido absorbidas para generar electricidad.
El 80% de las plantas no se vieron afectadas por el cambio de luz, mientras que hubo un 20% que incluso crecieron mejor, entre las que se encuentran los pimientos, las limas, las fresas y los tomates. Según uno de los investigadores: "eso significa que la luz que necesitan las células solares es suficientemente diferente a la luz que mejor alimenta la fotosíntesis de las plantas como para que ambas actividades puedan complementarse sin afectar la una a la otra".
Si bien es verdad que estos sistemas fotovoltaicos selectivos de longitud de onda apenas tienen un 4% de eficiencia, mientras que los paneles comerciales ya superan el 22% en laboratorios. Sin embargo, son suficientes para alimentar los controles de temperatura, humedad, iluminación, riego, etc. que hay en un invernadero.
De esta forma, se consigue un invernadero que no necesita de energía externa para generar alimentos. Una solución que podrá utilizarse en las zonas más necesitadas ya que bastaría con enviar esta solución empaquetada y no sería necesaria la red eléctrica.
Una utilidad más para una una tecnología solar fotovoltaica que no para de sorprendernos.
Fuente | Electrek
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