El pasado miércoles 13 de septiembre la Eurocámara aprobó las nuevas normas comunitarias para impulsar que el plan de los bosques, las zonas de pasto y de cultivo en la absorción de CO2, para que la tasa de absorción de CO2 supere las emisiones en 2030, coincidiendo con los compromisos del Acuerdo de París. La propuesta legislativa ahora debe ser negociada con los 28.
Los bosques de la UE absorben lo que equivale a un 10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero.
El Parlamento Europeo acordó que si la absorción de CO2 es superior a la de las emisiones por el uso de la tierra durante los primeros cinco años, los Gobiernos podrán acumular créditos y usarlos más adelante, para lograr alcanzar sus objetivos en el siguiente periodo de cinco años. Los Estados miembros también podrán utilizar esos créditos para cumplir sus objetivos dentro del reglamento sobre reducción de emisiones.
Los Veintiocho deberán informar de sus emisiones cada año y la absorción en dos periodos consecutivos de cinco años cada uno (2021-2025 y 2026-2030). En caso de no alcanzar el objetivo en ninguno de los dos, el déficit se descontará de su asignación en el marco del reglamento sobre reducción de emisiones.
Los productos madereros aprovechados también podrán ser utilizados en la contabilidad ya que almacenan el carbón absorbido por los árboles durante su crecimiento. Esto hará que el uso de créditos por gestión forestal aumente del 3,5% al 7% para permitir contabilizar créditos adicionales.
Los umbrales para cada Estado se establecerán mediante su ''nivel de referencia forestal'', una estimación de la media anual de emisiones o absorciones netas derivadas de las tierras forestales gestionadas en el territorio del país.
Hay emisiones que las autoridades nacionales no pueden controlar, como las producidas por fuegos. Estas podrán excluirse pero dentro de límites para no crear laguna legislativa.
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