El pool (o el mercado eléctrico) controla los intercambios de energía eléctrica de la Península (España y Portugal). Los productores y consumidores presentan una oferta para cada hora al producir o consumir energía, al precio que ellos consideren.
Este problema comienza con el conjunto de varios problemas. 2018 puede comenzar con una nueva gripe nuclear francesa, que puede hacer temblar a España con las facturas de la luz. Francia necesita hacer la revisión de sus 58 reactores nucleares franceses, que podría suponer la parada de estos durante el invierno (tal y como ocurrió el año pasado), disparando los precios tanto a finales de 2017 como a principios de 2018.
La demanda ha subido con el frió del invierno anterior, no ha llovido en todo el año (ni tampoco ha hecho viento) y todo esto ha hecho que el precio del gas este por las nubes. El alto precio del carbón hará que el precio de los futuros eléctricos suba. El carbón va camino de superar los 80 dólares por tonelada, un precio que no se alcanzaba desde hace tres años.
Aunque después de los precios de enero la cosa mejorara, los precios seguían estando por encima de lo habitual. Llegaron a una cifra de 90 euros MWh, y consiguieron bajar a 43 en marzo. Pero en lo que queda de año, se prevé que el precio se colocará en los 51,8 euros MWh.
Por si fuera poco, en lo que queda de año España sufrirá la parada técnica de dos centrales nucleares, por lo que el precio se encarecerá con la electricidad procedente de las centrales térmicas.
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