El año pasado se instaló un sistema híbrido de electricidad diésel y energía solar en Jubbet al-Dhib, un pueblo con 150 habitantes en una zona de Cisjordania ocupada por Israel.
Según dicen las autoridades, los paneles no fueron construidos con los permisos adecuados, por lo que la semana pasada se confiscaron equipos que pertenecían a un proyecto humanitario valorado en 343.000 euros.
Los críticos señalan que los permisos de construcción para los nuevos hogares palestinos y la infraestructura son casi imposibles de obtener.
Aunque se cree que los paneles fueron destruidos, la organización de ayuda Comer-ME dijo que entre los paneles que fueron retirados, varios estaban intactos. Varios equipos si que fueron destruidos por las Fuerzas israelíes.
Holanda pide que los equipos sean devueltos a Jubbet al-Dhib y está considerando qué "próximos pasos se pueden tomar", según un informe publicado en el diario israelí Haaretz.
Cogat, la agencia militar israelí encargada de coordinar la política israelí en las áreas palestinas, dijo que varias órdenes de detención de operación fueron emitidas antes del día del asalto. Los aldeanos sostienen que no sabían que el sitio había sido señalado hasta que los soldados de la Fuerza de Defensa de Israel (IDF) aparecieron.
Jubbet al-Dhib está muy cerca de las aldeas israelíes ilegales que poseen una conexión completa con la red eléctrica principal. Haaretz dijo que antes de instalar el sistema de paneles solares, los 150 residentes confiaron en un par de "viejos y ruidosos" generadores diésel para tres horas de energía al día.
Las autoridades israelíes demolieron más de 300 estructuras de Cisjordania en 2016 que fueron financiadas (en parte) por la UE o por ONG internacionales.
Fuente | Independent
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