La energía solar fotovoltaica y las baterías para almacenamiento eléctricos son dos tecnologías que están comenzando a cambiar la manera en la que generamos y consumimos electricidad. La espectacular bajada de precios que están teniendo estas tecnologías está permitiendo que en buena parte del mundo cada vez más gente opte por ellas para generar su propia energía.
Quizá uno de los mercados más atractivos del mundo en este sentido sea el australiano, donde ya hemos visto varios ejemplos de cómo muchas familias están ahorrándose buena parte de su factura de la luz gracias a una instalación solar y baterías para almacenamiento. Esto se debe a los altos precios de la electricidad en Australia, sumado de una red que tiene más cortes de lo que les gustaría.
Debido a estos ahorros, el mercado australiano está teniendo un crecimiento realmente espectacular. Según los datos, el mercado creció en más de un 1.000% de 2015 a 2016.
Según la consultora SunWiz, en 2016 se instalaron alrededor de 6.750 baterías en Australia. Una cifra que se puede comparar con las 500 que se instalaron en el año anterior. Suponiendo que el sistema de almacenamiento medio tendrá una capacidad de unos 7,7 kWh, esto se traduce en una capacidad instalada de alrededor de 50 MWh.
En total, alrededor del 5% de las nuevas instalaciones fotovoltaicas que se realizan en Australia tiene incluida una batería de almacenamiento. Un porcentaje que seguro aumentará en este 2017.
Según los cálculos de SunWiz, un sistema solar con almacenamiento de 13 kWh puede ser amortizado en apenas 7 años. Un periodo muy atractivo teniendo en cuenta que hablamos de una instalación que puede tener una vida útil de unos 20.
Además, pronto comenzarán a llegar las primeras unidades de la Tesla Powerwall 2, de tal forma que se espera que la cantidad de familias interesadas en este tipo de tecnología crezca notablemente.
Fuente | Energy-Storage-News
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