La localidad de Le Mans será la que acoja las primeras pruebas de este innovador sistemas. Las estaciones son realmente sencillas: unos armarios más pequeños que una cabina telefónica. Algo que facilita su implantación e incluso su modificación si no está funcionando como se esperaba. Claramente, una de las claves de este sistema que propone un sistema de transporte alternativo, pero sin necesidad de grandes obras o grandes inversiones.
Los patinetes elegidos apenas pesas 11 kilos, y son manejables entre el tráfico, además de ser compatibles con los sistemas de transporte públicos. Unos patinetes que disponen de una autonomía de 25 kilómetros con cada carga. Más que suficientes para los desplazamientos urbanos.
El coste será también más asequible que el de los coches eléctricos, y de esa forma el coste asciende a 1.5 euros cada 30 minutos. Algo que le permite incluso competir con los sistemas de trasporte público tradicionales.
El sistema de funcionamiento es extremadamente sencillo. El usuario simplemente tendrá que pasar su tarjeta de socio por el lector, y entonces se abrirá un armario que cuenta con espacio para 4 patinetes. Al terminar su recorrido tendrá que hacer la misma operación, e incluso al dejar el patinete, este comenzará de forma automática la recarga de su batería. Algo que reduce la necesidad de personal para estas labores.
Una nueva alternativa de transporte en unas ciudades que buscan de forma desesperada formas para reducir el impacto medioambiental del transporte en sus calles, y donde los sistemas eléctricos se están situando como una posibilidad real, y económica.
Vía | FCE
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