Este movimiento permitirá capitalizar una fuerte inversión en un sistema que de momento no ha logrado atraer la atención del público en un sector monopolizado por los sistemas eléctricos a batería. Pero con este movimiento Toyota espera comenzar a cambiar la opinión de algunos usuarios.
El Lexus LS será el primer modelo comercial en incorporar el sistema de hidrógeno de Toyota. Llegará en 2019 y lo hará como una forma de reducir las emisiones contaminantes de la gama de cara a la puesta en marcha de las nuevas normas sobre contaminación que podrán en marcha Europa y Estados Unidos en 2020.
Según Lexus, la idea es ofrecer un producto que sirva para satisfacer a un cliente con unos elevados niveles de exigencia. De esta forma quieren ofrecer unas autonomías y tiempos de repostaje similares a los coches convencionales, al mismo tiempo que les permite poner en el mercado modelos con unos elevados niveles de prestaciones dinámicas.
Este planteamiento lo resume a la perfección el prototipo Lexus LF-FC. Una berlina de 5.3 metros de largo que ha sido presentada hace unos meses, y que cuenta con un sistema de propulsión eléctrico formado por tres motores. Dos en la parte trasera, y otro conectado al eje delantero. Algo que pe permite disfrutar además de tracción total cuando sea necesario, de un elevado nivel de potencia y una agresiva aceleración.
Además de un sistema eléctrico a hidrógeno, el nuevo Lexus LS podría ser el encargado de inaugurar la nueva generación de sistemas de conducción autónoma de Toyota. Una tecnología que se está extendiendo como la pólvora por el mercado, y que se convertirá en algo imprescindible en las gamas altas en pocos meses.
Ahora queda ver como soluciona el grupo japonés el tema del coste, y también de la ausencia de una mínima red de repostaje de hidrógeno. Algo que limitará todavía más un modelo que formará parte de un pequeño nicho de mercado.
Vía | Autocar
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