Durante la SEMA, la feria de los coches modificados más importante del mundo, hemos podido ver uno de los modelos más espectaculares relacionados con el sector del coche eléctrico. Hablamos de la brutal Chevrolet Colorado ZH2.
Se trata de una colosal pick up dotada de ruedas de 37 pulgadas, y todos los elementos de un verdadero todoterreno. En su interior encontramos un sistema de propulsión eléctrico alimentado por una pila de combustible de hidrógeno. Esto permite al enorme Colorado pasar de ser un tragón de gasolina, a un emisor de vapor de agua.
La pila cuenta con una salida de 94 kW, que se encarga de alimentar un motor eléctrico de 132 kW (180 CV) y un par motor de 319 Nm disponibles desde cero revoluciones. Un sistema que le propulsan hasta una velocidad máxima limitada a 100 km/h. Por su parte la energía procede de tres depósitos de hidrógeno de 4.2 kilos, que le proporcionan una autonomía de 225 kilómetros con cada carga. Una autonomía que puede recuperar con un repostaje de apenas 5 minutos.
Además de propulsar el vehículo, la pila de combustible puede convertir al Chevrolet Colorado ZH2 en una planta eléctrica portátil, capaz de producir 25 kW continuos, o 50 kW pico. Una utilidad que puede servir para alimentar maquinaria o incluso recargar las baterías de otros vehículos.
No solo eso, como hemos comentado la única emisión de este modelo es vapor de agua. En este caso en lugar de perderse por el tubo de escape, el sistema puede almacenar ese agua que puede llegar a los 7 litros cada hora de uso.
El resultado es una versión mucho más eficiente y sostenible que la versión original. Una adaptación capaz de moverse con mucha menos energía, y además hacerlo de una forma sostenible y silenciosa. Un prototipo que de momento sólo tiene como objetivo servir como base de muestra de la tecnología.
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Vía | MT
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