La energía eólica es una fuente importante de trabajo en lugares como Estados Unidos. Pero curiosamente también está logrando revitalizar zonas rurales deprimidas económicamente por la pérdida de competitividad.
Miles de granjeros han encontrado en el alquiler de sus tierras a las empresas que quieren instalar generadores eólicos, una forma de lograr ingresos suficientes para complementar los bajos rendimientos de sus explotaciones ganaderas. Otros incluso han conseguido alcanzar un nivel elevado de ganancias gracias a la energía eólica, suficiente como para retirarse del duro trabajo en el campo.
Los ingresos de cada granja dependen del número de turbinas que puedan albergar en sus tierras, pero de media se estima que los ingresos son 7.000 y 10.000 dólares al año por unidad. Esto permite a algunos propietarios de tierra como Ed Woolsey, que acoge a 10 turbinas en su granja, lograr unos ingresos por el alquiler de sus tierras de entre 70.000 y 100.000 dólares al año.
Unos ingresos que no sólo benefician a los grajeros, si no que también tienen su impacto en los ingresos de las arcas públicas locales gracias a los impuestos. Unos fondos extra destinados principalmente a la educación en zonas donde los ingresos han caído en los últimos años por la bajada de los precios de los carburantes, y la menor recaudación.
La energía que cosechan estas turbinas suele ir a cooperativas energéticas, como Crosswinds Energy Project. Una herramienta fundamental que está permitiendo que zonas hasta ahora deprimidas económicamente, se revivan gracias a un nuevo tipo de cosecha, la de viento.
Una expansión de esta fuente que ha vivido un crecimiento muy fuerte en Estados Unidos en los últimos años, gracias sobre todo a las ayudas que desde el gobierno se han dado, y que acaban de ser renovadas durante otros cinco años más.
Unas ayudas que permiten crear un marco favorable para la inversión, y que además de el impacto económico en los ingresos de las familias, también está logrando rebajar el precio de la electricidad gracias a esta fuente de energía económica. Unas ayudas que han garantizado una producción que llega a los 2.3 céntimos de dólar el kWh durante los próximos 10 años.
El objetivo del gobierno es lograr que para 2030 la potencia instalada de energía eólica en Estados Unidos llegue a los 167 GW. Suficiente para alimentar las necesidades de 50 millones de hogares.
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Vía | Bloomberg
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