Un modelo lanzado a principios de 2011, que este año ha recibido una merecida y necesaria actualización, y que en las primeras unidades ha montado un pack del fabricante A123, pero que pronto fueron sustituidas en la línea de montaje por las resistentes celdas de LG.
Estas cuentan con un amplio margen de protección contra la descarga. No olvidemos que en total el pack del Volt sumaba en su primera generación (ha recibido pequeñas actualizaciones con el tiempo) de 16 kWh. Una cifra que netos se quedaban en sólo 10 kWh. Suficientes para unos 60 o 70 kilómetros en modo eléctrico.
Además del amplio margen, el pack está refrigerado por líquido. Podemos añadir que el Volt sólo tiene posibilidad de hacer recargas lentas. Tres aspectos que junto con la buena calidad de las baterías de LG, ha provocado un rendimiento muy por encima de las mejores expectativas.
Así el menos lo ha asegurado un representante de General Motors, que durante una visita a la prensa por la fábrica que se encarga de ensamblar las baterías del Volt, ha indicado que en los seis años que ha estado el coche en producción, no han tenido que reemplazar ni una sola batería por degradación prematura.
Algo realmente llamativo para un coche que ha estado a la venta en lugares tan cálidos como Arizona, donde recordamos se hizo famoso el problema de degradación prematura y extrema de las baterías del Nissan LEAF. Pero es algo que al Volt no le ha pasado.
El resultado son unidades con cientos de miles de kilómetros, algunas ya han pasado los 500.000 kilómetros, y que mantienen un nivel de rendimiento óptimo. Ni degradación en las baterías, ni apenas pérdida de autonomía. Algo que indica que el Volt de primera generación tiene cuerda para rato.
Vía | Autoblog
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