El acceso a la energía es uno de los principales problemas de la dura vida en Palestina. Un doble problema ya que además de escasez, la dependencia de los combustibles fósiles suponen un círculo de pobreza y de contaminación. Algo que las energías renovables quieren solucionar en un lugar donde si algo sobra, es el sol.
Así al menos se espera después del anuncio de la licencia emitida por el Ministerio de Energía palestino, que ha aprobado la construcción de una planta fotovoltaica que una vez terminada contará con una capacidad de 5.7 MW. Una instalación que se situará cerca de la localidad de Hebrón, Cisjordania.
Según los responsables del proyecto, este servirá para ayudar a paliar el pobre acceso a la electricidad de los palestinos, pero también como fuente de trabajo para los ingenieros locales. Una forma de poner en marcha una nueva economía que traiga algo de luz a una zona deprimida en cuanto al empleo.
En total el proyecto necesitará una inversión de unos 10 millones de dólares, de los cuales el 70% serán financiados por la norteamericana Corporación para Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC) dependiente del gobierno de los Estados Unidos.
Para el funcionamiento se ha llegado a un acuerdo conocido como contrato de compra de energía (PPA) que tendrá que ser aprobado en las próximas semanas, y que darán luz definitiva a esta interesante iniciativa.
Este proyecto además servirá de espoleta para otras iniciativas que esperan lograr completar instalaciones que sumarán en total 35 MW. Unos movimiento que se espera sirvan para traer luz a Palestina, en todos los sentidos.
Vía | Planetsave
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