Este y otros detalles los han desvelado Tesla en una reunión con algunos propietarios, donde hemos podido conocer algunos datos de la producción de Tesla.
Según comentan los responsables de la planta de Fremont, esta tasa de producción ha contado con la ayuda de la llegada del Model X. El segundo modelo de la familia de Tesla que curiosamente ha sido un problema en sus inicios.
Y es que el Model X ha sido todo un hueso de roer para Tesla. Su producción ha sido extremadamente complicada, lo que ha supuesto un retraso en su lanzamiento de casi tres años. A eso se suma lo complicado de elementos como las puertas de apertura superior.
Según Tesla, el 10% de los coches que salen de las líneas de montaje necesitan algunos trabajos de ajuste. Unos trabajos que en el caso del Model X es ligeramente más que en el del Model S.
Con todo esto Tesla se enfrenta ahora a una nueva fase donde tendrá que seguir aumentando su capacidad de cara a la llegada del Model 3.
Con 2.000 unidades a la semana, Tesla ha logrado alcanzar una tasa anual de unas 104.000 unidades. Con 400.000 reservas sólo del Model 3, el objetivo ahora es duplicar la cifra en 2017, hasta llegar a unas 200.000 unidades entre los tres modelos. Un número que crecerá hasta las 500.000 unidades para 2018.
Esto supone multiplicar por dos sus cifras entre 2016 y 2017, y casi triplicarlas un año después. Un reto realmente complicado.
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Vía | Electrek
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