El sol es la mayor fuente energética del mundo y la más expandida ya que en todo el mundo se puede utilizar el sol para la producción de energía. El mayor inconveniente de la energía solar es el escaso aprovechamiento de la radiación solar que llega a la tierra, esto sucede a raíz del bajo rendimiento que tienen las células solares hoy en día.
Para ello diversas instituciones de todo el mundo trabajan día a día para aumentar el rendimiento de estas células solares, como el caso de Ralf Preu y Jan Nekarda, que fueron galardonados con el Premio Joseph von Fraunhofer en 2016 por su papel como iniciadores y conductores en el desarrollo de una célula solar más eficiente. Se trata de una tecnología alternativa de láser, Laser-Fired Contact (LFC) que proporciona un alto rendimiento.
Para ello diversas instituciones de todo el mundo trabajan día a día para aumentar el rendimiento de estas células solares, como el caso de Ralf Preu y Jan Nekarda, que fueron galardonados con el Premio Joseph von Fraunhofer en 2016 por su papel como iniciadores y conductores en el desarrollo de una célula solar más eficiente. Se trata de una tecnología alternativa de láser, Laser-Fired Contact (LFC) que proporciona un alto rendimiento.
La parte trasera de las células solares están cubiertas de contactos metálicos para que la electricidad fluya. Con esta nueva tecnología que consiste en colocar una capa no conductora muy fina entre la capa de contacto de la célula y la oblea de silicio es posible aumentar la eficiencia.Ya que esta capa actúa como espejo proporcionando una segunda oportunidad a la luz de sol que no ha sido absorbida por la oblea redirigiéndola otra vez a la oblea de silicio.
Gracias a esta tecnología según explicó Ralf Preu se consigue aumentar el rendimiento global de la energía en un 7%, es una mejora importante si tenemos en cuenta que las células tienen un 20% de eficiencia aproximadamente. Este aumento del rendimiento se traduce a una disminución de costes de materias una reducción del 7% del área necesaria para producir la misma electricidad. Esta tecnología LFC ya está en producción, en lo que va de año se han invertido 200 millones de euros en la implementación y Hannah Q Cells ha producido alrededor de 20 millones de células.
Fuente| TheEcoReport
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