José Antonio Santamaría es un vecino de la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera. Un particular que como otras muchas personas se lanzó a la construcción de una vivienda unifamiliar.
Después de completar la práctica totalidad de la vivienda, llegó el momento de afrontar la conexión de esta a la red eléctrica, momento en el que José Antonio se ha encontrado con una desagradable sorpresa. Según parece, la línea no contaba con una buena adecuación y la llegada de un nuevo uso podría poner en peligro la instalación general. La conclusión, que el particular tendría que correr con el coste de adaptar la línea.
En lugar de los 1.000 euros que puede llegar a costar la conexión a la red, la compañía eléctrica (Iberdrola) le ha requerido nada menos que 30.000 euros. Una cifra desproporcionada con la cual podrían adecuar la línea y solucionar los problemas que impiden más enganches.
Por supuesto la sorpresa para José Antonio ha sido mayúsculo. Pero en lugar de conformarse, este particular se ha puesto manos a la obra y ha decidido invertir unos 15.000 euros que le ha costado su instalación de 16 paneles y 5 kW, con respaldo por generador de gasóleo y baterías.
Una inversión con la que está de lo más contento ya que le permite además de evitar el pago de los 30 mil euros requeridos de forma injustificada por la compañía eléctrica, también disfrutar de una factura eléctrica de cero euros cada mes.
Vía | Diariodeburgos
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