Debido al agotamiento de recursos fósiles, la necesidad de encontrar nuevas formas de generación de energía es cada vez mayor. Atendiendo a esta necesidad, General Electric ha presentado recientemente un prototipo de turbina de CO2 capaz de suministrar energía a 10.000 hogares, una pequeña población al completo.
Además de tratarse de una tecnología de alta eficiencia energética, su funcionamiento difiere de las turbinas convencionales en las que el gas turbinado es vapor de agua. En este caso se trata de CO2, principal causante del cambio climático y del efecto invernadero. Utilizar un recurso que desgraciadamente sobra en el planeta y que además tiene un efecto dañino sobre él para la producción de energía útil es, sin duda alguna, una gran idea.
La turbina propuesta no utiliza el CO2 en estado gaseoso, sino que se turbina como fluido en estado supercrítico. Esto quiere decir que la temperatura y la presión de este fluido son muy superiores a las de su punto crítico, es decir, se comportaría como un "híbrido entre el líquido y el gas".
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Doug Hofer, ingeniero responsable del prototipo de turbina de CO2 |
Las características de esta mini turbina son muy prometedoras. Dispone de una eficiencia del 50%, frente al 40% habitual en las turbinas convencionales y su tamaño es una décima parte.
El problema de las turbinas convencionales radica en el tiempo que emplea para arrancar (alrededor de 30 minutos) hasta que alcanza las condiciones óptimas de funcionamiento. Sin embargo, este innovador prototipo alcanza su máxima eficiencia en uno o dos minutos, lo que lo hace idóneo para producción de energía in situ en momentos de gran demanda.
Además de ser disponer de un arranque más rápido y ser más eficiente, esta tecnología también podría ser más ágil en el ámbito del almacenamiento de energía. La energía excedente de origen solar, nuclear o de centrales térmicas podría almacenarse en tanques de sales fundidas, como se viene haciendo con la tecnología de torre central. Un ejemplo de esto es Gemasolar.
Los creadores de esta tecnología creen que podría llegar a ser una alternativa económicamente competitiva en el ámbito del almacenamiento, frente a las baterías, ya que para disponer de mayor capacidad de almacenamiento solo sería necesario ampliar el tanque de sales fundidas.
Este prototipo tiene una potencia de 10MW, aunque GE pretende aumentar su capacidad a 33MW y posteriormente a 500MW, lo que permitiría cubrir la demanda de unos 10.000 hogares. Las primeras pruebas de esta turbina se realizarán a final de año. Aún necesita desarrollo, pero no cabe duda de que se trata de una tecnología muy competitiva.
Fuente | TechnologyReview
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