Cada vez son más las empresas que se dedican al almacenamiento de energía. Y a Tesla, que anunció que iba a construir la batería de ion litio más grande del mundo en Australia, le ha salido competencia. El récord se lo quitará Ewe Gasspeicher bajo unas cavernas subterráneas de sal, y en vez de trabajar con baterías de ion litio, lo hará con otras de flujo redox.
El sistema de esta batería la ha desarrollado la Universidad Friedrich Schiller de Jena, que utiliza electrolitos de agua salada con polímeros reciclables como moléculas activas. Estos materiales se diferencian por ser más respetuosos con el medio ambiente.
El sistema se instalará en dos enormes cavernas subterráneas de sal que ahora se usan para almacenar gas natural. Cada una de ellas tiene un volumen de 100.000 metro cúbicos dando a la batería 700 MWh y una salida de 120 MW. Cuando este proyecto consiga estar en funcionamiento, tendrá la capacidad de suministrar electricidad a 75.000 hogares.
''La cantidad de electricidad que este tipo de almacén contiene es suficiente para abastecer a una ciudad importante con electricidad durante una hora. Esto significa que habremos construido la batería más grande del mundo'', dice Peter Schmidt, director general de Ewe Gasspeicher.
En principio, el sistema se probará en Jemgum usando grandes recipientes de plástico en la superficie. La prueba podrá realizarse a finales de 2017, pero la batería subterránea no estará operativa hasta dentro de seis años.
''Necesitamos realizar más pruebas y aclarar varias cuestiones antes de poder utilizarlo'' dice Ralf Riekenberg, jefe del proyecto brine4power. ''Sin embargo, espero que tendremos una batería en la caverna en operación hacia el final de 2023''.
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