Hace unas semanas Audi ha confirmado su apuesta por las carreras de coches eléctricos organizadas por la FIA, la Fórmula E. Una competición en la que ha estado en un segundo plano en las tres primeras temporadas, pero que en la cuarta entrará de lleno como equipo oficial.
Pero esta apuesta tendrá una repercusión bastante importante. Audi abandonará la competición de Le Mans y el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) a favor de su apuesta por la Fórmula E.
Desde el fabricante alemán se ha confirmado que los 300 empleados que forman la división deportiva, Audi Sport, mantendrán sus puestos de trabajo, pero a partir de la próxima temporada centrando sus esfuerzos en la competición de Fórmulas eléctricos.
Audi pondrá de esta forma final a sus 18 años participando en el WEC, y también pondrá final a una trayectoria en Le Mans que le ha permitido alzarse con la victoria en 13 temporadas. Sólo por detrás de Porsche, que ha logrado 18 victorias.
A partir de la temporada 2017/2018 Audi centrará sus esfuerzos en una Fórmula E en la que hasta ahora ha participado simplemente como apoyo técnico y económico del equipo ABT Schaeffler. El preparador oficial del fabricante de los aros, que a partir del próximo año dejará su lugar al oficial.
De momento parece que la participación de Audi en la DTM está asegurada. Algo que no se puede decir del World Rallycross Championship (WRX) que podría ser el siguiente en caerse del calendario del Audi.
Detrás de estas decisiones está el escándalo de emisiones del grupo Volkswagen. Un hito histórico que ha resultado un terremoto dentro del grupo, y que ha motivado a los alemanes a comenzar una nueva andadura donde los sistemas de propulsión eléctricos tienen más protagonismo. Algo que se acompañará también a nivel publicitario con la incorporación a competiciones más limpias y más amables a nivel publicitario como la Fórmula E.
Pero además de la cuestión de imagen, la Fórmula se postula como un escenario idóneo para el desarrollo en el mundo de la competición de los sistemas de propulsión eléctricos. Un desarrollo hasta ahora limitado por el reglamento, pero que en un par de temporadas abrirá de forma importante la posibilidades para que cada equipo desarrollo y evolucione motores y baterías.
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Vía | Autocar
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