Son varias las teorías acerca del modelo de negocio que va a seguir Tesla con la adquisición de SolarCity. Está claro que la compañía quiere dar un golpe de efecto, e impulsar los resultados de SolarCity, una empresa que no está pasando por su mejor momento. En definitiva, se trata de la primera pieza de la segunda parte del Master Plan de Tesla.
Después de que la industria solar estadounidense haya superado el millón de instalaciones de autoconsumo, el mercado ha llegado a una masa crítica de clientes. Sin embargo, el potencial de crecimiento aún es enorme. Por poner un ejemplo, se estima que 1 de cada 7 tejados de viviendas en Australia tienen una instalación solar. Una cifra que se ha alcanzado en apenas 5 años. En ese sentido, con más de 60 millones de tejados de viviendas disponibles en Estados Unidos, hablamos de un mercado de unos 9 millones de instalaciones solares potenciales.
Al mismo tiempo, el mercado de los coches eléctricos no para de crecer, y se espera que vaya ganando cuota de mercado en los próximos años. Todo esto por no hablar de un cambio climático que cada vez es una preocupación más importante para la población, algo que también puede precipitar la apuesta de las familias por la energía solar y los coches eléctricos.
Una de las grandes preguntas es la forma en la que Tesla va a ofrecer este paquete de sostenibilidad. Parece claro que SolarCity se acabará integrando en Tesla, pasando a ser una división más de la empresa ya sea dentro de Tesla Energy o como Tesla Solar. Es la mejor forma de agilizar trámites y facilitar las ventas. Como resume Elon Musk “un pedido, una instalación, un teléfono de contacto, una llamada”.
La energía solar ella sola puede ser rentable en buena parte de los estados de Estados Unidos. Un Tesla Model 3 es rentable (o atractivo) en todos, ya que tiene menores costes variables que un coche equivalente. La suma de ambos, con algo de eficiencia energética puede ser un producto atractivo y rentable en casi todas partes.
El americano medio se gasta unos 9.000 dólares al año en cada coche que tiene, incluyendo mantenimiento, seguro y combustible entre otros. Esto son unos 800 dólares al mes. Tesla podría ofrecer una instalación solar, un coche eléctrico y todos los servicios asociados por una cantidad inferior a esa. Una forma de financiar los proyectos con una factura mensual menor a la actual.
Sin embargo, Elon Musk no ha hablado de nada de esto en la segunda parte de su Master Plan. Por lo tanto, el modelo de negocio que usará Tesla aún sigue siendo una incógnita.
Vía | Cleantecnica
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