La proyección indica que para 2035, la actual demanda de petróleo podría bajar de los actuales 9 millones de barriles diarios, a los 7 millones de barriles. Un escenario donde la penetración del coche eléctrico llegaría al 35% del mercado.
Se trata de un escenario bastante realista, donde se ha tenido en cuenta la llegada de modelos eléctricos cada vez más económicos. Un sector que verá aumentado de forma importante su volumen de producción, lo que tendrá como resultado una mayor economía de escala y por lo tanto, precios cada vez más competitivos. Algo a lo que se suma la evolución de la tecnología, que hará que además de más baratos, los coches eléctricos tengan también cada vez más autonomía.
Incuso en los escenarios menos positivos para los coches eléctricos, desde la consultora se indican los riesgos que supondrá la irrupción de esta tecnología para las empresas petroleras. Sin duda las más expuestas a una bajada de la demanda de carburantes.
Y es que cada vez son más los fabricantes que se quieren lanzar de cabeza a fabricar coches eléctricos. Si hasta ahora se podían contar con los dedos de una mano, ahora ya hacen falta las dos. Desde los pioneros Tesla, Nissan, Renault, ahora se añadirán gigantes como Hyundai, Volkswagen, General Motors...etc.
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Vía | WSJ
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