El nuevo sistema de almacenamiento de energía que proponen en California, parece del siglo 19, pero es una manera muy útil y viable de almacenar energía. Consiste en un vagón de tren sin carga ni pasajero. Se basa un tren que transporta una carga pesada hacia arriba, su propio peso, almacenando en la parte superior de la colina energía de forma potencial.
Esta propuesta es una iniciativa de la compañía ARES, Advance Energy Storage Rail, que tiene su sede en Santa Bárbara, que además también suministra sistemas de frenado regenerativo en los vehículos eléctricos. Esta compañía se ha asociado con Valley Electric Association, una cooperativa que proporcionará la interconexión con California donde planean vender servicios auxiliares de energía mediante esta tecnología.
Para ello ARES quiere agregar una pista en Nevada de casi 10 kilómetros por una pendiente de 8 grados, con unos siete trenes, formados por dos locomotoras y cuatro vagones, elevando así el peso a aproximadamente a 8.600 toneladas. Las obras se calcula que empezarán a finales del año 2017 o principios del 2018, con la esperanza de empezar a funcionar a principios del año 2019. El coste de esta inversión se estima que serán unos 55 millones de dólares.

Este sistema trabaja con las señales que el operador de la red envié cada cuatro segundos, para completar la demanda, así los trenes podrían moverse hacia arriba o hacia abajo, funcionando en modo carga y en descarga respectivamente.
La idea que propone ARES tienen diversas ventajas, una de ellas es la capacidad de respuesta que tiene, ya que puede pasar de la descarga a la carga total en 10 segundos. Otro factor a tener en cuenta es que en comparación con las baterías convencionales el impacto medioambiental es menor, ya que deja menor huella ecológica. La vida útil de este sistema, con un mantenimiento adecuado, podría ser casi infinito. Tendremos que esperar aún un par de años para ver la respuesta de esta tecnología, pero parece una buena alternativa.
La idea que propone ARES tienen diversas ventajas, una de ellas es la capacidad de respuesta que tiene, ya que puede pasar de la descarga a la carga total en 10 segundos. Otro factor a tener en cuenta es que en comparación con las baterías convencionales el impacto medioambiental es menor, ya que deja menor huella ecológica. La vida útil de este sistema, con un mantenimiento adecuado, podría ser casi infinito. Tendremos que esperar aún un par de años para ver la respuesta de esta tecnología, pero parece una buena alternativa.
Fuentes| UtilityDive
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