Para los que no lo conozcáis, el Solar Impulse es una avión alimentado únicamente por energía solar fotovoltaica. Gracias a sus vuelos alrededor del mundo, el Solar Impulse ha demostrado un hito sin precedentes: se puede viajar 24 horas al día utilizando como único combustible la energía proveniente del Sol. Todo ello con un innovador desarrollo tecnológico en el que participa la multinacional ABB.
Después de una primera parte algo accidentada, donde el avión solar tuvo que interrumpir su viaje por un fallo en las baterías, el Solar Impulse empezará pronto la segunda parte de su épico viaje de 40.000 kilómetros alrededor del mundo. Una segunda parte que comienza en el aeropuerto de Kalealoa, Hawái, y termina en Estados Unidos continental.
Que el despegue sea en Hawái tiene una componente muy importante. Y es que el archipiélago es el estado líder en energías renovables de todo el país americano, con el compromiso de alimentar a todas sus islas con energía 100% renovable antes de 2045. Para ello ya está desarrollando importantes proyectos, como puede ser el almacenamiento eléctrico a gran escala en la isla de Kauai.
Según el presidente de ABB América, Greg Scheu:
“Uno de nuestros objetivos con este viaje alrededor del mundo y nuestra asociación con Solar Impulse, es demostrar que es posible desvincular el crecimiento económico del impacto ambiental, con la ayuda de tecnologías más inteligentes y sostenibles. Energía renovable, micro redes, almacenamiento con baterías, normas de mayor eficiencia energética, son todos ellos conceptos que muestran que podemos suministrar energía al mundo sin consumir los recursos naturales”.
Por su parte, André Borschberg, piloto y CEO de Solar Impulse asegura:
“Teníamos que construir un avión dotado de una red extremadamente eficiente: desde los motores eléctricos a las baterías y el sistema de gestión. Lo que hemos creado es un sistema que captura su propia energía, la convierte en electricidad, la almacena, y gestiona su consumo de forma sostenible. Esto es exactamente lo que ABB está haciendo en tierra con sus recursos de energía distribuida o micro redes”.
“El que Solar Impulse pueda volar día y noche alrededor del mundo sin consumir combustibles fósiles, demuestra que estas tecnologías ya están maduras y a disposición del mercado para que cualquiera pueda utilizarlas”, añade Bertrand Piccard, piloto y presidente de Solar Impulse. “ABB aporta credibilidad a lo que estamos haciendo, porque ya lo viene haciendo en tierra”.
Sin duda se trata de un ambicioso reto, que demuestra que es posible un futuro en el que las energías renovables sean la base del modelo energético, teniendo protagonismo en sectores como el eléctrico, el transporte por carretera y por supuesto, el aéreo.
Vía | ABB
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